Un viernes por la mañana una vieja amiga vino en mi busca para rememorar los momentos del colegio y de la maravillosa infancia.
Cuando entró en casa aquella amiga todo era sonrisas y nuestros ojos brillante de la emoción, que bonitos son los rencuentros ¿verdad?
Una vez sentada entre los nervios de ese rencuentro, descubrimos que ya no eramos las niñas que jugabamos en nuestro querido recreo, hablábamos de todo lo que ha pasado en nuestras vidas, de nuestros amores, nuestros proyectos y como van nuestras familias entre otras cosas, muchas cosas ha cambiado desde que eramos una niñas, pero no el cariño que nos tenemos y nos tendremos como dos buenas amigas.
Este corazón estaba en ese momento tan especial, la verdad es que cada momento de mi vida son disntos y especiales a la vez, amiga no sabes cuanto me alegro que el destino haya hecho que nos encontraramos otra vez.
Nuestra despedida fue bonita y con el propósito de volvernos a ver.
Mi otro dia especial de la semana pasada, os cuento que no era un día de mucha calor, pero era un día precioso de sol y muy especial para mi, ya que iba a tener una convivencia con amigos, ¿verdad que los días así aunque estén gris, nos parecen hermosos, solo con estar con personas amigas y que te quieren?.
Pues este corazón tenia pendiente un domingo de convivencia en el campo con amigos aventureros y así fue.
La bienvenida estuvo llena de besos y abrazos, disfrutando del campo no nos faltaron las risas, alegrías, entendimientos y sinceridad, no puedo olvidar esas riquisimas comidas, que desde aquí también les quiero felicitar a esas brillantes cocineras.
Por la tarde acompañamos al sol escuchando una guitarra tocada con unas humildes y felices manos, aquella tarde nos conocimos un poco mas, el gran tesoro de la vida es tener amistades así, que no tenga prejuicios, que cuando esté llena de felicidad estén ahí compartiendolo, cuando este hundida en aquel pozo de la tristeza y de la preocupación, ellos con unas palabras de ánimos y de cariño te sacan una sonrisa y las ganas de seguir luchando por todo lo que quiere, eso es la verdadera amistad.
Para terminar ese domingo, paseamos por ese hermoso campo hablamos de nuestras cosas y como siempre sonreímos a la vida, preguntándonos ¿cual será nuestra próxima aventura?